¿Acaso reirás en la hora sangrienta de la guerra? Fumío Haruyama
Hoy bajan a tus hombros crisantemos. Llegan, se anuncian, dicen hola -crisantemos-, dicen recuerda y vuélvete a la vida, hubo tal vez distancias o besos con sabor a crisantemos.
Y pájaros amargos, aves ciegas en bandada emigrante. Te nazco hacia el futuro y los pulsos me gritan -crisantemos- temblando de ansiedad.
Hoy me acuerdo de vientos y de lenguas, echo el ancla, decido, rompo espejos y cartas, despierto crisantemos.
(1982; en Crisantemos, 1982) Crisantemos, 1Con la colección de poemas que componen su poemario Crisantemos, Juan Ruiz de Torres se acerca por primera vez al luminoso pero peligroso y controvertido mundo de la poesía mágica-surrealista. El poema que nos ocupa, escrito en heptasílabos y endecasílabos, quebrados estos últimos, es un monólogo amoroso que arranca a modo de saludo, continua con una entrega de imágenes surrealistas y acaba en una promesa. El lenguaje comedido, a pesar del medio en que se desenvuelve, gira alrededor de la palabra clave `crisantemo´, que el lector deberá conformarse con no saber si es nombre de mujer, dios inventado o símbolo del poeta para dialogar con la amada anónima. Pero en poesía ello poco importa, si la clave o apoyatura añade la chispa mágica que en todo poema se espera, algo que en este poema consigue ese elusivo ‘crisantemo’. La palabra gana levedad, sensualidad, cuando ‘pájaros amargos’ y ‘aves ciegas’ sobrevuelan el poema. No podemos ignorar el dístico del poeta Fumío Haruyama que, como ordena la poética japonesa, en su brevedad encierra un concentrado mundo, al cual hay que acercarse con sabiduría y tiempo para descifrarlo. (Ángela Reyes)
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